¿Alguna vez has sentido que el mundo da vueltas sin explicación, una sensación de inestabilidad que te roba la calma? Esos son los mareos por estrés, una manifestación común de la ansiedad. Se estima que hasta un 30% de las personas experimentará algún tipo de mareo o vértigo a lo largo de su vida, y un porcentaje significativo de ellos se relaciona directamente con el estrés. Entender el vértigo por estrés es el primer paso para recuperar tu equilibrio.

Mareos por estrés: Un grito del cuerpo
Es común que escuchemos hablar de mareos por estrés o mareos por el estrés en nuestra consulta. Estos episodios no son imaginarios; son una respuesta fisiológica genuina a niveles elevados de tensión. Cuando el cuerpo percibe una amenaza, real o imaginaria, activa el sistema nervioso simpático, preparándolo para «luchar o huir». Esta activación prolongada puede generar una serie de síntomas físicos, y los mareos por estrés son uno de ellos.
La hiperventilación, por ejemplo, es una causa frecuente de mareos por el estrés, ya que altera el equilibrio de gases en la sangre, afectando la oxigenación cerebral (Brandes et al., 2013). Muchas personas describen el vértigo por estrés como una sensación de aturdimiento o inestabilidad, más que un giro del entorno. Reconocer que los mareos por el estrés son una señal de alarma de tu cuerpo es fundamental.
Estrés y mareos: Una conexión innegable
La relación entre estrés y mareos es bidireccional y compleja. El estrés crónico puede desencadenar mareos, y a su vez, la experiencia de los mareos puede aumentar los niveles de estrés y ansiedad, creando un círculo vicioso. La amígdala, una estructura cerebral clave en el procesamiento del miedo y la ansiedad, juega un papel importante en esta conexión. Cuando la amígdala se sobreactiva debido al estrés, puede influir en las redes neuronales involucradas en el equilibrio y la percepción espacial (Paquola et al., 2019).
Este es un factor clave en los vértigos psicógenos, donde no hay una causa orgánica aparente que justifique los mareos. El vértigo por estrés es una manifestación clara de esta interconexión. Cuando sientes mareos por estrés, tu cuerpo está intentando comunicar algo sobre tu estado emocional.

Vértigos psicógenos: Cuando la mente inquietante genera mareos
Los vértigos psicógenos son aquellos en los que no se encuentra una causa física subyacente que explique el mareo o el desequilibrio. En estos casos, el origen es principalmente psicológico. No significa que los síntomas no sean reales; al contrario, son muy reales y pueden ser increíblemente incapacitantes.
El término vértigo por estrés a menudo se solapa con los vértigos psicógenos, ya que el estrés, la ansiedad, los ataques de pánico y la depresión son factores precipitantes comunes (Soto-Varela et al., 2019). La somatización, que es la expresión de malestar emocional a través de síntomas físicos, es un concepto clave para entender los mareos por estrés en este contexto. Si experimentas mareos por el estrés y los exámenes médicos no revelan anomalías, es probable que estemos frente a un caso de vértigo por estrés de origen psicógeno.
¿Cuánto dura el vértigo por estrés?
Una de las preguntas más frecuentes que nos hacen es: «¿cuánto dura el vértigo por estrés?». La duración del vértigo por estrés es altamente variable y depende de la intensidad del estrés, la frecuencia de los episodios y las estrategias de afrontamiento de la persona. Los mareos por estrés pueden ser episódicos, durando solo unos minutos, o pueden ser persistentes, manteniéndose durante horas o incluso días.
En algunos casos, los mareos por el estrés pueden presentarse de forma intermitente durante semanas o meses, especialmente si el factor estresante persiste. La buena noticia es que, al abordar la raíz del estrés, la duración y la intensidad del vértigo por estrés suelen disminuir significativamente. Es importante recordar que el vértigo por estrés es un síntoma, no una enfermedad en sí misma. Si te preguntas cuánto dura el vértigo por estrés en tu caso, es útil llevar un registro de los episodios.
Herramientas y estrategias para afrontarlo
Afortunadamente, existen diversas herramientas y estrategias para manejar y reducir el impacto del vértigo por estrés.
- Técnicas de relajación: Practicar la respiración diafragmática, la relajación muscular progresiva o la meditación mindfulness puede ayudar a calmar el sistema nervioso y reducir los mareos por estrés (Grossman et al., 2004). Estas técnicas son fundamentales para contrarrestar los efectos del estrés y mareos. Regular la respiración puede ser un alivio inmediato para los mareos por el estrés.
- Reestructuración cognitiva: Identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos o catastróficos que contribuyen al estrés y la ansiedad es crucial (Beck, 2011). Si crees que los vértigos psicógenos te están dominando, trabajar en tus pensamientos puede ser un gran paso. Esto puede ayudar a reducir la percepción de amenaza y, por ende, los mareos por estrés.
- Actividad física regular: El ejercicio es un excelente liberador de estrés y puede mejorar el equilibrio y la propiocepción, lo que a su vez puede disminuir la frecuencia e intensidad del vértigo por estrés. Mantenerte activo es una excelente forma de manejar el estrés y mareos.
- Higiene del sueño: Un sueño reparador es vital para la salud mental y física. La falta de sueño puede exacerbar el estrés y los mareos por estrés (Maquet et al., 2005). Priorizar el descanso es clave si te preocupa cuánto dura el vértigo por estrés.
- Establecer límites: Aprender a decir «no» y establecer límites saludables en tus relaciones y responsabilidades puede reducir significativamente los niveles de estrés y, por consiguiente, los mareos por el estrés. Reconoce tus límites para evitar que el vértigo por estrés se apodere de ti.
- Buscar apoyo profesional: Un psicólogo puede ayudarte a identificar las causas subyacentes de tu estrés, desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas y explorar la conexión entre estrés y mareos. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es particularmente efectiva para los vértigos psicógenos y el vértigo por estrés (Staab & Ruckenstein, 2007). No dudes en buscar ayuda si el vértigo por estrés está afectando tu calidad de vida. Comprender cuánto dura el vértigo por estrés con ayuda profesional puede aliviar la ansiedad.
- Manejo del tiempo: Organizar tus tareas y responsabilidades de manera efectiva puede reducir la sensación de abrumo, disminuyendo así la probabilidad de experimentar mareos por estrés. La planificación puede ser un aliado contra el vértigo por estrés.
- Alimentación saludable: Una dieta equilibrada contribuye al bienestar general y puede ayudar a regular los niveles de energía y el estado de ánimo, lo que indirectamente influye en el estrés y mareos. Si sientes mareos por el estrés, revisa tus hábitos alimenticios.

Ejemplos de vértigo por estrés en la vida cotidiana
Imagina a Laura, una profesional joven con una carga laboral abrumadora y la presión de cuidar a sus padres mayores. Laura comienza a experimentar mareos por estrés frecuentes, especialmente durante las reuniones importantes. Al principio, piensa que es un problema físico, pero después de descartar causas médicas, su médico sugiere que los mareos por el estrés podrían ser consecuencia de su elevado nivel de ansiedad. Laura empieza a notar que sus mareos por el estrés son más intensos cuando se siente más estresada. Este es un claro ejemplo de vértigo por estrés.
Otro caso podría ser el de Juan, quien tras un evento traumático, comienza a sentir inestabilidad y un leve mareo constante. A pesar de múltiples exámenes, no hay una explicación física para sus síntomas. Sus vértigos psicógenos son una manifestación de su estrés postraumático. Para Juan, saber cuánto dura el vértigo por estrés es una preocupación constante. Sus mareos por estrés son una parte de su proceso de duelo.
Estos ejemplos ilustran cómo el vértigo por estrés se manifiesta y cómo los mareos por el estrés y los vértigos psicógenos están intrínsecamente ligados a nuestro estado emocional.

Conclusión
El vértigo por estrés es una experiencia real y angustiante, pero comprender su origen psicológico y aplicar estrategias de afrontamiento adecuadas puede marcar una gran diferencia. Los mareos por estrés y los mareos por el estrés no son un signo de debilidad, sino una señal de que tu cuerpo y mente necesitan atención y cuidado. Al reconocer la conexión entre estrés y mareos, y al entender que la pregunta «cuánto dura el vértigo por estrés» tiene muchas respuestas según cada persona, puedes tomar el control. Recuerda que los vértigos psicógenos son abordables y que el vértigo por estrés puede gestionarse eficazmente con las herramientas y el apoyo adecuados.
¿Listo para dar el primer paso hacia tu bienestar?
Referencias
Beck, A. T. (2011). Cognitive therapy of anxiety disorders: Science and practice. Guilford Press.
Brandes, R., & Stöber, F. (2013). Hyperventilation syndrome. Current Opinion in Neurology, 26(1), 77-82.
Grossman, P., Niemann, L., Schmidt, J., & Walach, H. (2004). Mindfulness-based stress reduction and health benefits: A meta-analysis. Journal of Psychosomatic Research, 57(1), 35-43.
Maquet, P., Ruby, P., & Baldo, C. (2005). The role of sleep in learning and memory. Molecular Psychiatry, 10(10), 875-885.
Paquola, C., Marchesi, E., & Bertini, M. (2019). The amygdala and its circuits: Role in anxiety and fear processing. Journal of Clinical Neurology, 15(1), 1-10.
Soto-Varela, A., Santos-Pérez, S., & Marco-Algarra, J. (2019). Psychiatric comorbidities in patients with dizziness and vertigo. Journal of Vestibular Research, 29(2), 79-86.
Staab, J. P., & Ruckenstein, M. J. (2007). Psychiatric disorders of balance and dizziness. Journal of Vestibular Research, 17(2-3), 119-130.