La sumisión es un concepto del que no se habla mucho. Aunque existen relaciones que se pueden establecer desde la sumisión, se conoce poco de ella. Es importante que se aborde para comprender sus raíces, manifestaciones y consecuencias, pero ¿Qué es la sumisión? ¿Cómo la reconozco?
Aquí encontrarás esas respuestas, entendiendo que fomentar esta información es para crear conciencia de ello, fomentar la autonomía y el bienestar si te encuentras en una relación de sumisión.
Quédate un momento.

¿Qué es sumisión?
Se refiere a la actitud o sometimiento a la autoridad, bien sea de manera voluntaria o sin consentimiento, la persona no cuestiona en ocasiones la sumisión. Se reconoce como el sometimiento a una o varias personas.
La persona que practica la sumisión acata ordenes, sin quejas, aunque pueden estar en desacuerdo. La sumisión se puede dar en contextos familiares, de pareja o laborales.
Según cada contexto en el que se presente la persona se siente intimidada e inferiores, por eso no opinan ni emiten negativas. Esta se puede presentar de manera voluntaria o por coacción y la persona renuncia a su autonomía, deseos o necesidades.
La sumisión también se puede practicar en artes marciales, por la inmovilidad que se genera. De igual forma en prácticas sexuales que implica el dominio de una persona sobre otra.
Es fundamental distinguir la sumisión de otros conceptos para sí evitar confusiones y poder identificar cuando se está presentando una relación sumisa.
- Respeto: este es mutuo y se basa en la valoración de la dignidad del otro, mientras que la sumisión se refiere a implicar una jerarquía sobre otro donde uno es subordinado.
- Acuerdo/negociación: como se ha mencionado, uno ejerce poder sobre el otro; en este caso, en una negociación ambas partes opinan sobre cómo llevarán la relación.
- Adaptación/flexibilidad: ser flexible ante situaciones de la relación no es sumisión, es más bien una habilidad para la vida.
- Obediencia: una característica que muchos pueden practicar, por ejemplo, para obedecer las leyes o figuras legítimas de autoridad, como padres, maestros o policías, pero se establece dentro de los límites saludables.
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Manifestaciones de la sumisión
La sumisión tiene diversas formas de manifestarse, como la evitación de conflictos, la búsqueda de aprobación, la dificultad para expresar necesidades, baja autoestima o tendencia a la dependencia.
Como se ha explicado anteriormente, es necesario diferenciar entre la sumisión o la obediencia, por ejemplo. Una puede ser coaccionada, mientras que la otra no.
Aquí algunas características de cómo se manifiesta la sumisión.
En relaciones de pareja
- Ceder constantemente: siempre ponen las necesidades del otro antes que las propias.
- Miedo a expresar: temor constante a la reacción de la pareja.
- Aislamiento social: una tendencia a renunciar a las amistades por demandas de la pareja.
- Justificación: constantemente justifica el comportamiento de su pareja, minimiza o racionaliza el comportamiento demandante.
- Dependencia: se puede presentar de manera emocional o económica, sintiendo que no puede sobrevivir sin la otra persona.
- Permitir el control excesivo: sobre cómo se viste, qué come o hasta de qué manera se expresa.
En el ámbito familiar
- Dinámicas parentales autoritarias: los hijos no tienen voz sobre las decisiones y solo deben obedecer sin cuestionar nada.
- El Rol de “Salvador”: son personas que constantemente sacrifican sus necesidades para la paz familiar, esto por el miedo al conflicto.
- Maltrato infantil: se presencia cuando el niño aprende a someterse por miedo.
En el ámbito laboral
- Miedo a expresarse: no hablar por temor a perder el empleo.
- Aceptar cargas laborales: por miedo al conflicto y por la sumisión ante la autoridad.
En el ámbito social
- Presión de grupo: ceder ante conductas para encajar.
- Expectativas de género: en ciertos grupos se puede fomentar la sumisión, donde esperan que las mujeres sean complacientes.
La sumisión se puede presentar en cualquier ámbito, En las relaciones de pareja también se pueden ver roles sexuales donde se complace a la pareja. Aunque en la pareja se puede llegar a un acuerdo, también puede ser por miedo, dependencia o características de la personalidad.
Si sientes que estás en una relación desde la sumisión y no quieres hacerlo más, puedes buscar ayuda psicológica. En terapia aprenderás a establecer límites y fortalecer la autoestima. Contáctanos y agenda hoy mismo una sesión.

Tipos de sumisión
Así como la sumisión se presenta en distintas áreas de la vida, también tiene varios tipos. En este caso, reconocer los tipos también ayudaría a reconocer si se está manteniendo una relación sumisa o no.
Los tipos de sumisión son los siguientes:
- Sumisión voluntaria o consentida: en este tipo se presenta una sumisión libre y consciente, que se puede manifestar en las relaciones o prácticas sexuales consensuadas, así como también roles de juego. Esta práctica es más conocida de lo que se cree, en este tipo se generan acuerdos.
- Sumisión forzada o coaccionada: esta surge desde la presión, la manipulación, la violencia o el miedo. Se presenta en relaciones abusivas o de maltrato; en este tipo, la persona no tiene una elección real.
Salir de una relación abusiva puede ser difícil y, en principio, incluso la persona no puede concebir la vida y tomar decisiones sin el abusador.
Cuando la característica principal es la sumisión, así sea voluntaria o forzada, la autonomía y toma decisiones puede verse disminuida. Si quieres aprender a tener más autonomía, puedes acudir a terapia psicológica. En terapia aprenderás estrategias para fomentar la autoestima. Contáctanos y agenda ya mismo una sesión.
Causas de la sumisión forzada
Aunque se puede presentar en cualquier área y en la práctica sexual, puede ser un poco más normalizada, sigue siendo un tema bastante complejo.
Esto es debido a que, aunque en la práctica sexual se obtiene un beneficio y puede ser voluntaria, igual se pierde una parte de autonomía. Entender las causas puede ayudar a identificarlas.
Aquí hay algunas causas.
- Experiencias tempranas: se entiende que puede ser por modelos de crianza donde ser sumiso era la normal, por traumas, es decir, algún tipo de maltrato físico, sexual o emocional y baja autoestima.
- Dinámicas de poder: en las relaciones, trabajo o sociedad, donde se aprecia que una parte tiene más control o recursos. También se puede observar en relaciones gaslighting.
- Factores psicológicos: existiendo una dependencia emocional, miedo al abandono o conflicto. También se presentan creencias limitantes.
- Factores socioculturales: expectativas sociales sobre cómo se debe comportar un hombre y una mujer.
La sumisión forzada puede tener múltiples causas; está directamente relacionada con la coacción, manipulación y abuso de poder. Puede generar dependencia, ansiedad o estrés.
Si sientes que estás en una relación abusiva o que te sientes dependiente de tu pareja, puedes buscar ayuda de un profesional. Contáctanos y aprende estrategias para fomentar la autonomía.

Estrategias para fomentar la autonomía
La autonomía es parte crucial para salir de una relación que está partiendo desde la práctica del ser sumiso.
Aquí encontrarás pequeños pasos que puedes ir practicando.
- Psicoeducación: es necesario saber reconocer las señales de este tipo de relación o incluso si tú lo eres.
- Fortalecer la autoestima: te puede ayudar a identificar fortalezas y cualidades personales. Practicar el autocuidado y establecer metas personales realistas.
- Establecer límites: aprendiendo a decir que “no” de manera asertiva. Los límites, aunque se lo verbalices a otra persona, también son para ti, reconocer que decides tolerar y que no.
- Desarrollo de asertividad: es una habilidad social y expresar opiniones y deseos de manera clara también te ayudará a defender tu punto de vista.
- Búsqueda de apoyo: hablar con personas de confianza sobre la situación, encontrar un espacio donde te puedas comunicar y expresar. Buscar ayuda profesional que te enseñe a generar estrategias para salir de una relación como esta.
Es importante que se fomente una educación sobre relaciones saludables, con respeto y límites entre ambos.

Conclusiones
Esta práctica puede ser un tema bastante controversial, aunque se ha explicado que la sumisión también puede ser consensuada, pero se debe entender que, incluso cuando es voluntario, existe una pequeña pérdida de autonomía.
Existen las relaciones monógamas o abiertas, pero también existen las relaciones donde una persona es sumisa. En estas relaciones, cuando es consensuado, también se deben establecer límites.
Se explica en el contenido que, existen relaciones que no son consensuadas cuando se basan en el poder y la dependencia. Aunque este tipo de relaciones se pueden negociar, siempre debe ir basada en el respeto.
Referencias