¿Qué provoca la distimia? Reconociendo las causas

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Antes de profundizar en qué provoca la distimia primero debemos definirla. La distimia se reconoce como un trastorno psicoafectivo que en ocasiones es confundido con la depresión mayor, aunque tienen mucha relación, no es lo mismo. En ocasiones se puede confundir con una tristeza profunda y constante, pero ¿Qué lo provoca?, ¿Cuáles son sus causas y cómo aprendo a reconocer sus síntomas?

En este artículo aprenderás estrategias que te ayudarán a identificar qué provoca la distimia.

Qué provoca la distimia
Qué provoca la distimia

¿Qué es la distimia?

Es una forma de depresión crónica leve y persistente. Este trastorno tiene síntomas menos severos que la depresión, pero suelen ser mucho más persistentes y prolongarse la cronicidad. La duración es de dos años en adultos.

En la sociedad a la distimia le suelen llamar una depresión doble, es decir, experimentan un estado melancólico y apático generalizado. Afecta la calidad de vida de la persona que lo padece. Es importante tener en cuenta su cronicidad y su interferencia en la vida diaria.

Es imperativo entender que no se trata de una simple tristeza o un bache; se habla de una forma de depresión persistente que afecta múltiples áreas de su vida. Dicho trastorno es psicógeno, es decir, lo que provoca la distimia son factores psicológicos y emocionales.

¿Qué provoca la distimia?

No existe una única causa que explique qué provoca la distimia. Sin embargo, existen varios aspectos a considerar como causas o factores de riesgo que pueden contribuir a la aparición de la distimia.

Los factores que provoca la distimia son los siguientes:

  • Neuroquímica: las investigaciones indican que los neurotransmisores pueden desempeñar un papel importante en la distimia.
  • Rasgos hereditarios: parece ser más común en personas cuyos parientes consanguíneos también tienen esta afección.
  • Antecedentes en otros trastornos mentales: padecer de otras afecciones puede aumentar la probabilidad de padecer distimia.
  • Historia de vida: eventos traumáticos, relaciones disfuncionales, entornos violentos o un alto nivel de estrés pueden ser desencadenantes de la distimia.

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Síntomas de la distimia

Los síntomas de la distimia pueden fluctuar, haciendo que sea más abrumador el proceso. Como se menciona anteriormente, los síntomas se deben cumplir en un tiempo de más de 2 años para hablar de distimia.

Estos síntomas generalmente aparecen y desaparecen durante varios años, cuando desaparecen el tiempo no es mayor a dos meses continuos. También puedes presentar episodios de depresión mayor.

Aquí encontrarás algunos síntomas a presentar:

  • Sentimientos de desesperanza.
  • Fatiga.
  • Alteración en el sueño.
  • Concentración y memoria afectados.
  • Baja autoestima.
  • Problemas para tomar decisiones.
  • Tristeza constante.
  • Anhedonia.
  • Pensamientos negativos recurrentes.
  • Evitación de actividades sociales.
  • Abulia.

La distimia también se puede manifestar en la infancia y la adolescencia, aunque sus síntomas son distintos, presenta irritabilidad e ira en lugar de la tristeza.

Lo que provoca la distimia consecuencias

El impacto que puede tener en la vida de la persona es significativo, aunque existen personas que pueden continuar con sus actividades con normalidad; en ocasiones se suele hablar de depresión funcional.

La distimia también puede ser incapacitante, afecta el rendimiento laboral, académico y las relaciones interpersonales. Una de las consecuencias que provoca la distimia es el ausentismo, lo que ocasiona baja laboral.

Genera autoestima baja, aunque también es uno de sus síntomas. Las personas abandonan las actividades cotidianas o les genera disconformidad. Es importante saber y entender que las consecuencias son reales y afectan toda la vida de la persona.

La prevención y las estrategias para gestionar la distimia son importantes, la terapia psicológica te puede brindar estas estrategias. Contáctanos y agenda una sesión hoy.

Estrategias para la distimia

Vivir con distimia puede ser difícil; es importante entender que con el tiempo la cronicidad va a empeorar cuando no se aplican estrategias adecuadas. La distimia tiene un tratamiento efectivo, con atención adecuada y profesional, no solo es la terapia psicológica o farmacológica.

Aquí observarás algunas estrategias de ayuda:

  • Mindfulness: aplicando atención plena, autocuidado, respiraciones diafragmáticas para los episodios ansiosos o la preocupación que generan los síntomas.
  • Medicación: bajo la supervisión médica, establecida para los síntomas depresivos.
  • Terapia psicológica
    • Terapia cognitivo-conductual (TCC): ayuda a identificar y modificar patrones de pensamientos y comportamientos negativos.
    • Terapia familiar: debido a que afecta también el entorno, pero sobre todo para establecer estrategia para ayudar a la persona que padece la distimia.
    • Terapia interpersonal: se enfoca en mejorar habilidades de comunicación y relaciones interpersonales, lo cual ayuda a generar también redes de apoyo.

Es importante saber reconocer cuando pedir la ayuda, bien sea de grupos de apoyo o la ayuda profesional. Desde el momento en que se detectan los síntomas, es ideal acudir con ayuda.

Conclusiones

Muchas personas han podido vivir con esta patología, es por eso que tú también puedes hacerlo con las estrategias adecuadas. La distimia puede paralizar la vida cuando se presenta, pero también puede gestionarse con estrategias adecuadas.

Sé amable con tu proceso.

Referencias

Default – Stanford Children’s Health. (n.d.).

Trastorno depresivo persistente: MedlinePlus enciclopedia médica. (n.d.).

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Se le conoce como trastorno depresivo persistente.
Si, puede afectar directamente el deseo sexual.
Puede ser incapacitante para realizar cualquier actividad laboral, debido a los síntomas y la intensidad de estos para poder realizar hasta la más mínima tarea.

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Barbara Pargas
Psicóloga con mención clínica, egresada de la universidad Bicentenaria de Aragua, Venezuela. Con estudios en neuropsicología, psicología organizacional. Acompañamiento psicológico. Manejo de terapia cognitivo - conductual, ACT, activación conductual, mindfulness. Asistiendo a niños, adolescentes y adultos. Manejo de crisis, procesos de duelo migratorio, trastornos psicoafectivos, trastornos del neurodesarrollo en adultos.
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