
La ludopatía o el juego patológico se ha considerado una enfermedad que puede llegar a afectar profundamente el funcionamiento social, laboral y familiar de los pacientes, e incluso llegar al suicidio. Pese a que tiene una alta comorbilidad con la depresión, el abuso de sustancias, el trastorno de ansiedad y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, la persona ludópata padece de un trastorno por adicción, con naturaleza compulsiva. Lo que sugiere un problema enraizado en situaciones adversas.
Características de una personalidad ludópata
Una persona ludópata es incapaz de resistir el impulso de jugar, tiene baja tolerancia a la frustración y una necesidad constante de buscar emociones intensas. Asimismo, suele mostrar una baja autoestima y tendencia a la búsqueda de gratificaciones inmediatas, evitando enfrentar situaciones de malestar emocional a través del juego.
Un ludópata cuenta con mayor disponibilidad basal de dopamina, es decir, es hipersensible a la recompensa e intolerante a la demora de la gratificación.
Una persona con estas características, presenta:
- Pensamientos obsesivos por el juego: El ludópata vive obsesionada y prácticamente en automático, pendiente del siguiente momento de gratificación.
- Impulsividad: Toma decisiones apresuradas y sin considerar las consecuencias a futuro.
- Irracionalidad: Cree en las supersticiones y en la “falacia del jugador”, es decir, espera con fe ciega, cambiar una racha de pérdidas con más juego.
- Búsqueda de emociones intensas: Detrás de esto busca escapar de la realidad y sus problemas cotidianos para sentir adrenalina y euforia.
Lee también Adicciones a los videojuegos: Causas y cómo evitarlo.
Da el primer paso hoy para cuidarte y abrazarte como mereces, contactando con nosotros.
El patrón psicológico de un ludópata

El proceso interno de la mente ludópata, revela procesos complejos que van más allá del simple acto de apostar. Se centra en una “actividad recreativa” que, con el paso del tiempo, se convierte en un mecanismo de afrontamiento emocional.
Con las respuestas inconscientes de evasión ante los conflictos, una persona con ludopatía, suele “evitar” los problemas que conllevan dolor. Puesto que es más llevadero “perder en un juego que puedo controlar”, que “sentir una derrota real en la vida, donde no tengo el control”.
Por esto, un ludópata suele presentar cambios de humor relacionados con el juego. Lo que implica que el resultado de las apuestas determina respuestas de euforia, ansiedad, irritabilidad y depresión.
A su vez, el comportamiento irá cambiando y conducirá a las mentiras frecuentes para ocultar la adicción. Los engaños a familiares y amigos se volverán más frecuentes con el tiempo. Esto a su vez, direcciona a conflictos interpersonales y posteriores pérdidas.
¿A quiénes afecta?
Estudios epidemiológicos sugieren que puede afectar a cualquier persona. Sin embargo, existe una prevalencia mayor en hombres jóvenes y de nivel educativo medio o bajo. El perfil comúnmente descrito incluye a individuos que han tenido exposición temprana al juego, antecedentes familiares de adicción, y otros trastornos psiquiátricos comórbidos como depresión, trastornos de ansiedad o consumo de sustancias.
No estás solo. En Mente Sana te ayudamos con tu proceso.
Adicción relacionada al trauma

Grabor Maté, médico y autor canadiense, sostiene que toda adicción es una respuesta a una herida emocional profunda, es decir, un trauma no resuelto. Plantea que la raíz de la adicción no es la sustancia o la conducta en sí, sino el dolor que existe detrás.
Para Maté, la adicción al juego no se origina en el juego mismo, sino en el alivio emocional temporal que proporciona, ya que jugar puede ofrecer al individuo una sensación de control o poder, un escape del vacío interior o del dolor emocional y una distracción frente a pensamientos intrusivos, ansiedad o depresión.
Las personas con cualquier tipo de adicción, sea por drogas, juego, sexo, redes sociales o trabajo, por lo general habrían experimentado traumas infantiles. Esto altera el desarrollo del cerebro, en particular áreas relacionadas con el autocontrol, la recompensa y la regulación emocional. Como resultado, la persona puede recurrir a conductas adictivas como una forma de llegar a la calma o anestesiar el dolor emocional.
Descubre más sobre Cómo tratar adicciones sexuales ¿Cuál es el papel de la terapia psicológica para superarlo?
También puede interesarte saber más sobre el riesgo de La adicción a las redes sociales.
Tratamiento para la ludopatía
Suele requerir una intervención multimodal.
Esto incluye terapia psicológica, participación en grupos de autoayuda como Jugadores Anónimos, y en algunos casos, farmacoterapia dirigida a controlar la impulsividad o la ansiedad asociada.
Asimismo, requiere un abordaje compasivo, debido a que la recuperación no sólo se basa en evitar el juego, sino en sanar el trauma subyacente y reconstruir la capacidad de regular el mundo interno sin conductas compulsivas. Desde esta visión, la pregunta, según Maté no es “¿por qué este comportamiento?”, sino “¿qué dolor existe detrás de este comportamiento?”
Obtén la ayuda que necesitas y agenda una cita gratuita.
Conclusión
La ludopatía es un trastorno complejo que involucra una interacción de factores de personalidad, cognitivos y emocionales. El ludópata suele presentar obsesión por el juego, irracionalidad e impulsividad, que le permiten a evadir del dolor emocional.
La intervención compasiva del perfil del ludópata resulta fundamental para la comprensión empática. Es importante un abordaje integrativo que les permita ser entendidos sin juicio.
Preguntas frecuentes
- ¿La ludopatía es una adicción como la de las drogas?
Sí. Aunque no involucra una sustancia, el juego activa los mismos circuitos cerebrales de recompensa que las drogas, especialmente la liberación de dopamina, lo que genera dependencia psicológica y necesidad creciente de jugar. - ¿Un ludópata puede recaer?
Sí. Como en otras adicciones, las recaídas son posibles. Por eso se requiere un tratamiento integral y sostenido, con apoyo emocional y psicoeducación constante. - ¿Cuáles son las señales de advertencia?
- Ocultar o mentir sobre el juego.
- Apostar cantidades crecientes para sentir emoción.
- Perder el control y no poder dejar de jugar.
- Endeudarse, robar o afectar relaciones para seguir jugando.
Referencias