¿Qué ocurre realmente cuando la frustración se instala? ¿Cómo nos afecta y, más importante aún, cómo podemos gestionarla para que no nos paralice, sino que nos impulse? La frustración es una emoción universal, tan inherente a la experiencia humana como la alegría o la tristeza. Se manifiesta en el atasco que nos impide llegar a tiempo, en el proyecto que se resiste a avanzar, o en esas expectativas que, por más que intentemos, no logran materializarse. Es la distancia entre lo que deseamos y lo que obtenemos, un recordatorio constante de que no todo está bajo nuestro control. Todos la hemos sentido. Esa punzada incómoda, ese nudo en la garganta que aprieta cuando las cosas no salen como esperamos. En este artículo, exploraremos las raíces de esta poderosa emoción y sus diversas manifestaciones.

¿Qué es la frustración?
Según el DSM-5, define la frustración no se define como un diagnostico en sí mismo, sino como un sentimiento. Se describe como un estado emocional negativo que surge cuando no se cumplen nuestras expectativas, deseos o metas. Esta puede manifestarse como ira, molestia, tristeza, ansiedad o decepción.
Formas de clasificar la frustración
Según el origen:
- Frustración con locus de control interno, esto ocurre cuando sentimos incapacidad o imposibilidad por factores internos a nosotros mismo. Por ejemplo: no aprobar un examen por falta de preparación.
- Frustración con locus de control externo, esto sucede cuando la causa es por factores fuera de nuestro control. Por ejemplo: no poder salir de casa porque llueve mucho.
Según el obstáculo:
- Frustración por barreras: existen obstáculos claros que impiden lograr lo que queremos. Pueden ser físico (una puerta cerrada), social (una norma o una persona), o interno (una limitación personal).
- Frustración por incompatibilidad de objetos positivos: cuando tenemos dos objetivos que nos atraen, pero son excluyentes. Debemos elegir uno y renunciar al otro, lo que genera frustración. Por ejemplo: tener que elegir dos trabajos soñados en ciudades diferentes.
- Frustración por conflicto evitación-evitación: cuando nos enfrentamos a dos situaciones desagradables y debemos elegir una de ellas, aunque ambas opciones sean indeseables. Por ejemplo: elegir entre un empleo que no nos gusta o el desempleo.
- Frustración por conflicto aproximación-evitación: se presenta cuando una misma situación tiene aspectos positivos y negativos, lo que genera ambivalencia y frustración. Por ejemplo: una oportunidad laboral que ofrece un buen sueldo, pero implica un horario agotador.
Según el contexto:
- Frustración personal: relacionada con metas y deseos individuales no cumplidos, insatisfacción con uno mismo o con el progreso personal.
- Frustración laboral o profesional: puede surgir en el entorno laboral, por falta de reconocimiento, sobrecarga, estancamiento, problemas con compañeros o superiores.
- Frustración interpersonal o social: relacionada con las relaciones con otras personas, conflictos o falta de apoyo.
- Frustración emocional: cuando no logramos expresar o manejar nuestras emociones de forma adecuada.
- Frustración amorosa o sexual: especifica de las relaciones de pareja o la vida sexual.
Comprender estas clasificaciones nos ayudan a identificar la raíz de nuestra frustración y, por ende, a desarrollar estrategias más específicas y efectivas para gestionarla.
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Estrategias para manejar la frustración
Esta puede ser inevitable pero no tiene por qué inmovilizarte. Aprender a gestionarla es crucial para tu bienestar y gestionar sanamente tus emociones, aquí te dejamos algunos consejos prácticos:
- Identificar y aceptar la emoción: el primer paso para gestionar tus emociones es validar lo que sientes. Si intentas reprimir la frustración solo se hará más fuerte. Permítete sentirla, (Me siento frustrado porque…) Reconocerlo como una emoción natural y temporal te ayudará desahogarte y a evitar que se acumule.
- Reconoce la causa: ¿Qué es exactamente lo que me está frustrando? ¿es una barrera externa, una persona o el clima? ¿es una limitación interna, falta de habilidad o expectativas irreales) ¿hay un conflicto de deseos o un dilema?
- Distánciate por un momento: alejarte de la situación te ayudara a pensar con claridad. Por ejemplo: salir a caminar, escuchar música, realiza ejercicios de respiración profunda.
- Reevalúa tus expectativas: la frustración nace de expectativas poco realistas, por ello, plantéate ¿era tu meta verdaderamente alcanzable en este momento? ¿esperabas demasiado de ti mismo o de los demás? ¿puedes ajustar tus expectativas para que sean más realistas y flexibles?
- Enfócate en lo que Sí puedes controlar: en las situaciones que no puedes cambiar, desviar tu atención a lo que sí está en tus manos es la clave. Si estas atascado en el tráfico, no puedes hacer avance, pero puedes escuchar un podcast, practicar la paciencia o llamar a alguien. Si un proyecto no avanza como quieres, ¿puedes cambiar tu estrategia, pedir ayuda o dedicarle más tiempo?
- Busca soluciones y alternativas: haz una lluvia de ideas, de esta manera podrás buscar posibles soluciones. Pide ayuda, hablar con un amigo, familiar o compañero de confianza, puede darte una perspectiva diferente.
Manejar la frustración es un proceso continuo ya que la vida es flujo constante de cambios y desafíos incontrolables. Esto no es una habilidad que se aprende una vez y se domina para siempre, en cambio, se parece más a mantenerse en forma: requiere práctica regular, adaptación y un compromiso constante.
Conclusión
Lejos de ser un enemigo a erradicar, la frustración puede ser una señal valiosa, un indicador que nos invita a detenernos, reflexionar y ajustar el rumbo. Al reconocerla, entender sus causas y aplicar estrategias como reevaluar expectativas, buscar soluciones o simplemente tomarnos un respiro, transformamos un potencial paralizador en un catalizador para el crecimiento personal.
Aprender a bailar con la frustración, en lugar de luchar contra ella, es una de las habilidades más resilientes que podemos desarrollar. Nos enseña sobre nuestra propia paciencia, creatividad y capacidad de adaptación. Así que, la próxima vez que ese familiar «nudo en la garganta» aparezca, recuerda que tienes las herramientas para desatarlo y, quizás, descubrir un nuevo camino hacia adelante. Es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.
Referencia
Psicología (2022), Frustración: qué es, causas y cómo gestionarla.