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Toggle1. La naturaleza de la dependencia emocional
La dependencia emocional es un concepto que ha tomado amplia relevancia social en los últimos años, existen entonces, distintas interpretaciones de lo que es así como confusiones con otro tipo de términos psicológicos. ¿Cuál es, entonces, el verdadero significado de la dependencia emocional y cómo superarla? Esta puede concebirse como una desregulación en la expresión emocional que conlleva a una necesidad afectiva disfuncional, causada por una interpretación tergiversada de la realidad; es decir, lo que surge dentro de la mente de la persona que está generando cierta dependencia hacia, por ejemplo, su pareja, son una serie de creencias distorsionadas sobre lo que es el amor, la soledad, la independencia, la toma de
decisiones, y los límites, que a su vez generan demandas y/o peticiones constantes hacia el otro y hacia uno mismo sobre cómo comportarse y cómo debe ser la relación, las cuales usualmente se verán altamente frustradas.
2. Manifestaciones y consecuencias de la dependencia emocional
En un vínculo en el que se presenta dependencia emocional existe el sufrimiento de distintas maneras: o bien lo experimenta la persona dependiente y también su pareja al no sentirse cómoda ante la necesidad intensa de atención, cariño, validación y compañía, lo experimentan los dos tras haber generado ya una relación de codependencia mutua, o, lo experimenta sólo la parte dependiente cuando se habla de un vínculo de maltrato psicológico y/o físico dónde dicha persona es claramente la víctima del otro, algo que es bastante común.
3. Factores predisponentes y síntomas de la dependencia emocional
Entre la sintomatología a identificar para hablar de una dependencia emocional en la pareja se pueden resaltar las siguientes características: sentimientos intensos y frecuentes de miedo a la soledad, tristeza y culpa constante, desánimo, sensación de vacío e insatisfacción diaria, baja tolerancia a la frustración y al aburrimiento, necesidad compulsiva de estar con dicha persona, descuido de las propias necesidades y proyectos, autocrítica y descripciones despectivas hacia uno mismo, ausencia o escasez de toma de decisiones propias, presentar una escasa, nula o distorsionada percepción acerca del problema y de las posibles soluciones, y sobre todo la creencia de “necesitar del otro” incluso para lo más mínimo.
En cuanto a los factores predisponentes para llegar a desarrollar una dependencia emocional, vale aclarar que cada caso es particular y pueden jugar incluso varios factores dentro de una sola persona, sin embargo, los más comunes podrían ser: carencias afectivas en la infancia (haber tenido padres afectivamente negligentes o ausentes) que desembocaron en la búsqueda indiscriminada de afecto, miedo al abandono o miedo a la soledad, haber tenido en el pasado relaciones conflictivas y también de dependencia (donde se repite el mismo patrón) o vínculos con personas altamente manipuladoras y violentas psicológica, física y sexualmente, tener una percepción negativa y desvalorizada de sí mismo, carecer de metas y proyectos propios, poseer escasos o nulos vínculos sociales (amigos, compañeros, y familia), o, tener ciertos trastornos de la personalidad u otras psicopatologías que afecten directamente
a las habilidades sociales y emocionales.
Los dependientes emocionales llegan a presentar una serie de consecuencias a nivel psicológico e incluso físico, ya sea ataques de pánico por la ausencia de la persona en cuestión o cuando se presenta conflictos con la misma, ansiedad, depresión, u otros trastornos del ánimo y cambios en el comportamiento (aislamiento, consumo de drogas) e incluso todos los anteriores al mismo tiempo. Hay que considerar que se habla de una manera de depender de la pareja de forma subordinada, por lo que cada vez se incrementa más la focalización en el otro, la autonegligencia, y por ende, los conflictos identitarios que llevan a la “anulación” del yo, es decir, a la creencia de que “yo sin esta persona no soy ni tengo nada”.
4. Superación de la dependencia emocional, pasos y recursos
Ahora bien, ¿cómo dejar de tener dependencia emocional?. Vale aclarar que esto se considera todo un proceso a ser atravesado ya que se ha generado un cambio emocional y comportamental significativo, la mente se ha adaptado a estar inmersa en el conflicto, es decir a encontrarse en un estado de alerta constante, además de que el contexto y las vivencias de cada persona juegan un papel fundamental en su significado particular.
El primer paso, entonces, para superar la dependencia emocional es identificar mediante los síntomas ya nombrados, ciertas emociones y comportamientos que usualmente no eran característicos de nuestra forma de ser o lo eran en menor grado. Probablemente, haciendo un contraste con el pasado, he dejado de hacer muchas cosas que me agradaban, he dejado de lado mis proyectos personales o ya no suelo frecuentar con otras persona que no sean mi pareja, siento cansancio y pesadez constante, pero al mismo tiempo noto que hay ciertos comportamientos en mí que están siendo repetitivos, mi autopercepción comienza a ser muy dañina, y en ciertos casos, noto que mi pareja está siendo agresiva conmigo (en cualquier ámbito), probablemente cuando logre identificar todo esto y piense en dejar a mi pareja sentiré que me encuentro en un lugar sin salida y me es imposible hacerlo, “me di cuenta que algo andaba mal pero luego me aterra el pensar en separarme”, esto sucede porque durante mucho tiempo mi mente no ha interactuado con nada que no tenía que ver con mi pareja, entonces, me crea incertidumbre y terror lo que sucederá después de dejar de tener dicha dependencia.
De esta manera, el creer que soy “incapaz” de poder dar el paso de cortar el vínculo, hace que uno vuelva a ingresar en el mismo ciclo, por lo tanto, ahí la importancia de identificar los síntomas de dependencia señalados, realizando el segundo paso antes de que dicho patrón se vuelva a repetir: recurrir a lo que se conoce como red de apoyo (algún familiar o amistad) para compartir lo sucedido, y, sobre todo, a la ayuda de un profesional en psicoterapia para que pueda, en un principio, recabar información mediante test de dependencia emocional y preguntas clínicas, y así, una vez tenga el panorama completo, intervenir en: interiorizar y reforzar la idea de que lo que se está viviendo realmente es un problema, buscar la raíz del
mismo, es decir el porqué hemos desarrollado esa dependencia emocional, aprender a no castigarnos ni ser autocríticos con nosotros mismos, aprender a generar nuevos patrones de pensamiento y comportamiento que nos ayude a desvincularnos, rescatar o construir nuevos objetivos personales, y, por último, desarrollar nuevas formas de relacionarse, además de gestionar las consecuencias y demás síntomas que esto nos haya causado.
5. Importancia de la asistencia profesional en la dependencia emocional
En el caso de no contar con ayuda profesional éstas mismas pautas también podrían ser útiles para superar la dependencia por uno mismo en cierta forma, sin embargo, con dicho acompañamiento psicológico es más seguro y efectivo, ya que la perspectiva objetiva del terapeuta sobre la situación es fundamental para romper con los esquemas de pensamiento generados por la dependencia emocional hacia la pareja, los cuales suelen ser muy rígidos.
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PSICÓLOGO
Fabiana Lozaya
Licenciada en Psicología por la UCB en el año 2021, con número de matrícula 9126150
Especialista en terapia cognitiva conductual y terapia sistémica; con experiencia laboral realizando terapia individual, de pareja y familiar (población adolescente y adulta). Su enfoque terapéutico está destinado a mejorar el bienestar a través de la proporción de herramientas personalizadas para resolver conflictos o malestares emocionales y vinculares.