
Los delirios de grandeza se presentan como un gran beneficio para algunos (normalmente para aquel que los tiene), una tortura para otros (sí, aquellos que tienen que vivir con alguien que los tiene), y aunque pueda ser graciosa la broma para algunos sobre la presencia de esa sensación de confianza tan inverosimil, la verdad es que se trata de un problema psicologico de gravedad que debe ser estudiado y tratado.
¿Qué es un delirio?
Pero para entender los delirios de grandeza y por lo tanto su gravedad, es necesario desglosarlo. Se suele bromear con ello, pensar que es solo otra forma de egocentrismo banal o narcisismo, y que “no es la gran cosa”, pero ésto ocurre por la desinformación, y el poco conocimiento que hay sobre los delirios.
La palabra delirio tiene su origen en el latín, delirare, que significa algo parecido a “salirse del surco”, y se usa para definir aquello que es contrario a una realidad, lo opuesto al juicio racional. Y Esquirol lo definió como una sensación que no está en relación con los objetos externos, ideas sin relación a sensaciones y juicios y decisiones que no concuerdan con ideas o creencias preconcebidas.
En la psicología, se habla del delirio como parte de los trastornos psicóticos, también llamado trastorno delirante, que está caracterizado por creencias crónicas, fuertes y constantes de cosas que no están teniendo un basamento en la realidad; la gran diferencia que mantiene con otros tipos de trastornos psicóticos se basa en el desenvolvimiento en la sociedad, ya que aquellos con algún trastorno delirante son capaces de vivir con relativa normalidad en muchos aspectos de su vida.
¿Qué son los delirios de grandeza?
Conoces a alguien, y en el momento que comienza a hablar lo primero que notas es una exageración de sus capacidades, una creencia de que es un genio incomprendido y que nunca nadie le va a entender ya que él es la única persona con altas capacidades. Su forma de alabarse a sí mismo suena tan desbordante e inverosímil, da a entender que él, como persona, es tan importante y relevante que sus capacidades sobresalen más allá de lo extraordinario, incluso ésta persona puede buscar hacerte creer que es una figura de alta autoridad, que tiene fama o poder.
No hablamos de un simple egocentrismo o una autoestima alta, sino de algo que va más allá, sobresale más, es una concepción personal tan elevada y compleja que está distorsionada por completo.
Esto es un delirio de grandeza, no es una simple fantasía o la creencia de que en realidad todo están equivocados menos yo, sino de un verdadero trastorno psicológico en dónde la percepción propia se encuentra fuertemente afectada, ocasionando así una serie de creencias falsas, pero rígidas y complejas sobre la posesión de habilidades extraordinarias, estatus elevados, o diversas creencias sobre su posición y poder.
Suelen estar asociados a temáticas, que pueden ser religiosas, de fantasía, ficción o sobrenaturales. Y, de hecho, en el manual lo consigues como trastorno delirante, el delirio de grandeza es solo una de las categorías en las que puede definirse.
Pero apuesto a que si decimos delirios de grandeza piensas en una persona narcisista o en alguien que cree ser muy bueno en algo, alguien demasiado crecidito, pero no se trata de eso. El delirio de grandeza refiere a una verdadera creencia en habilidades extraordinarias, aunque la realidad sea totalmente contraria.
Al estar dentro de los trastornos psicóticos, la distorsión cognitiva que presentan los individuos impiden o dificultan que procesen la realidad de forma correcta.

¿Y qué son las ínfulas de grandeza?
Hablar de las ínfulas es hablar de otro modo, de la soberbia y la grandeza. Así que aquí es dónde vemos, de forma coloquial, lo que normalmente las personas creen que es un delirio de grandeza: las ínfulas de grandeza no son un término clínico, y se usa para definir a aquellos que se comportan con la creencia de que son superiores, pero no hay una asociación psicótica o delirante en ellos. En el caso de las ínfulas de grandeza, si hablamos de personas con la creencia disfuncional de ser mejores, con cierto patrón de comportamiento narcisista y una necesidad constante de validación.

Un ejemplo en los medios fácilmente identificable son personajes como el Dr. House, de la serie House M.D. O Homelander, de The boys (Y con él, por el momento vamos a ignorar la obvia psicopatía ¿Vale? Lo que nos interesa es su ínfula de grandeza) son personas con comportamientos arrogantes, despectivos y que buscan ser el centro de atención la mayoría del tiempo.
La clave para diferenciar las ínfulas de grandeza del delirio de grandeza es sencillo: la ínfula no es clínica, no está asociado a la psicosis por lo tanto no tiene ideas delirantes y sí mucho contacto con la realidad; mientras que los delirios de grandeza carecen de contacto con la realidad.
Su correcta diferenciación ayudará en cualquiera de los casos a un mejor tratamiento, y también a dejar de estigmatizarlos o confundirlos.
Ejemplos de delirios de grandeza en la vida diaria y medios de entretenimiento
Los mejores ejemplos que podemos encontrar para reconocer a la perfección de lo que hablamos con los delirios de grandeza están presentes en una variedad de series, libros, películas y videojuegos. Algunos lo exageran, otros tantos justifican ciertas actitudes con contextos de sus mundos, pero entre ellos podemos encontrar:

- Light Yagami, de la animación japonesa Death Note. En la serie, Light cree tener el poder y voluntad de un Dios para decidir quien vive y muere en el mundo donde vive, no solo es una persona narcisista y con cierto grado de psicopatía, sino que por motivos sobrenaturales, realmente se cree Dios. Y por lo tanto, con la voluntad de asesinar sin problemas.

- Petyr Baelish, de Game Of Thrones, es un debate constante en la comunidad, algunos lo catalogan dentro de los delirios de grandeza y otros en las ínfulas. Lo cierto es que sus aspiraciones y deseos de poder lo llevan a tomarse demasiadas libertades, hasta el punto de no creer en las limitaciones y peligros que tiene de frente ¿por qué sería importante? Si tiene el poder para ello. O eso cree, de forma muy violenta.
Fuera de los medios de entretenimiento, un par de ejemplos resaltantes son aquellos delirios asociados a lo religioso, que recae en las personas que afirman ser una clase de mesías, profeta o enviado divino. También, personas que sin tener ninguna conexión real, afirman ser parte de organizaciones secretas; o aquellos que consideran tener superpoderes o habilidades extrasensoriales o paranormales. Parece que todos estos ejemplos son inventados, pero cuando se habla del trastorno delirante y de los delirios de grandeza, es una realidad para quienes lo padecen.
La clave para reconocerlo es que las personas no lo ven como un problema, no es que crean que puedan tener algo de ésto, realmente lo ven como una realidad absoluta. No admiten cuestionamiento y tampoco hay una introspección que les haga ver la realidad.

¿Cómo se curan los delirios de grandeza?
Terapia. Principal y primer paso: terapia, tanto psicológica como farmacológica.
Recordemos el factor importante aquí: los delirios de grandeza son una clasificación específica del trastorno delirante, que a su vez convive en el mismo círculo que los trastornos psicóticos, por lo tanto lo primordial es conectar a la realidad a esta persona.
Para ello, se necesita de la evaluación psiquiátrica lo más pronto posible, para así según vean conveniente, se prescriba el uso de medicamentos como antipsicóticos, estabilizadores de ánimo y demás medicación que resulte necesaria.
En conjunto, la implementación de terapia psicológica para identificar esos esquemas disfuncionales y realizar intervenciones que puedan ayudarnos a reconocer el origen del delirio, y por lo tanto encontrar la mejor manera de lidiar con este para encontrar el bienestar con un tratamiento exitoso.

¿Qué pensamos ahora de los delirios de grandeza? apuesto a que siempre hemos pensado que no eran más que una armadura para el narcisista, pero no. Es una desconexión profunda de la realidad que arrastra a las personas a un mundo de fantasía del que es complicado desconectarse, un problema tan real que requiere de una serie de herramientas y estrategias para lograr la mejoría.
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Referencias bibliográficas
Contributors to Wikimedia projects. Delusions of grandeur. Wikipedia.
Tamminga, C. (2022, September 12). Trastorno delirante. Manual MSD Versión Para Público General.