
El Diccionario de Psicología de la APA define el autocontrol como la capacidad de controlar la conducta y restringir los impulsos. El control de impulsos hace referencia a la capacidad de regular los propios deseos, emociones y comportamientos, los cuales incluso pueden llegar a ser dañinos. Por lo que, implica optar por conductas más adaptativas a largo plazo.
El control de impulsos está estrechamente relacionado con la autorregulación emocional y la toma de decisiones, para evitar consecuencias negativas en la vida personal, social y profesional.
¿Qué es el control de impulsos?
Para tomar en cuenta el control de impulsos, debemos nombrar el autocontrol. Este hace referencia al proceso multidimensional que abarca componentes situacionales, perceptuales, cognitivos y motivacionales. Por lo tanto, engloba la capacidad de mantener el dominio y control de sí mismo, tomando en cuenta las consecuencias de escoger entre una consecuencia inmediata de menor valor y una consecuencia de mayor valor pero que se presenta más tarde en el tiempo, ante situaciones problemáticas.
Entonces, el control de impulsos se refiere a la habilidad para mantener una actitud reflexiva para el manejo de las respuestas a estímulos. Asimismo, conlleva inhibir respuestas no apropiadas para determinada situación. De igual manera, esta capacidad, está influenciada por factores biológicos, sociales y ambientales.

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Causas de la pérdida de control
Existen diversas causas que pueden desencadenar conductas impulsivas, algunas son:
- Base neurológica de la corteza prefrontal alterada
- Factores de predisposición genética
- Ambiente familiar con deficiencia en la regulación emocional
- Estrés crónico
- Falta de asertividad
- Intolerancia a la frustración
- No recibir gratificaciones después de un episodio
- Falta de sueño
- Nutrición deficiente
- Consumo de sustancias
Cabe recalcar que también puede estar asociado con la desregulación emocional, que tiene relación con episodios estresantes o situaciones adversas. Estas mantienen a la persona en un estado de alerta e hipervigilancia, que afecta el funcionamiento de la corteza prefrontal, afectando a su vez el control de impulsos. O bien, se asocia a una forma inconsciente de “escape” o manejo desadaptativo del control a partir de una base ansiosa.
Consecuencias de la falta de control de impulsos
En situaciones complejas donde se pierde el control de impulsos, las personas pueden tomar decisiones precipitadas que afecten negativamente su vida. Esto conduce a sentir depresión, ansiedad, baja autoestima, aislamiento social, conductas autolesivas y conlleva conflicto en las relaciones interpersonales.
Es casos ejemplares se observan trastornos psicológicos con control de impulsos deficiente, como el trastorno de control de impulsos (por ejemplo, el trastorno explosivo intermitente, el juego patológico o la cleptomanía), el Trastorno límite de personalidad (TLP), Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o el Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

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Control de impulsos y cerebro
El control de impulsos está relacionado con las áreas involucradas en la toma de decisiones, la regulación emocional y el autocontrol. Esto implica principalmente la corteza prefrontal y el sistema límbico.
La corteza prefrontal, se encarga de las funciones ejecutivas, que incluye habilidades cognitivas como la toma de decisiones, la planificación y la inhibición de respuestas automáticas.
El sistema límbico (amígdala, hipocampo e hipotálamo) está asociado con las respuestas emocionales, principalmente frente a respuestas emocionales de estrés y miedo, para encontrar alivio inmediato.
Asimismo, se ven involucrados el estriado (sistema de recompensa y aprendizaje motivacional) y la corteza cingulada anterior (gestión del conflicto cognitivo, como mediadora entre señales emocionales y racionales). Por ello, el equilibrio ente el sistema de recompensas y la toma de decisiones es crucial para tener un adecuado control de impulsos.
Estrategias para mejorar el control de impulsos
Afortunadamente, uno puede entrenarse en manejar mejor los impulsos con estrategias como:
- Identificar los impulsos: Desarrollar conciencia de los impulsos implica hacer una pausa y retardar la respuesta con preguntas de tipo:
- «¿Qué estoy sintiendo en este momento?” (emociones)
- “¿Por qué quiero actuar de esta manera?» (pensamiento)
- “¿Dónde siento esto en mi cuerpo?” (sensaciones físicas)
- Técnicas de relajación:
- Respiración profunda y lenta de 4×3 (inhala en 4 segundos, sostén la respiración durante 4 segundos y exhala en 4 segundos).
- Atención plena, sosteniendo la atención en el presente, lo que estás haciendo, sintiendo y el lugar donde te encuentras.
- 5 sentidos, activándolos con 3 cosas que puedas observar, escuchar, oler, tocar y enfocarte en generar más saliva.
- Método de los 5 segundos: La pausa de los 5 segundos para pensar antes de actuar, con preguntas:
- ¿Cuáles serían las consecuencias?¿Existe una mejor opción?
- ¿Realmente es necesario hacer esto?
- Distracción saludable: Realizar una actividad diferente, como salir a caminar, leer, llamar a un amigo, hacer ejercicio o algo diferente, puede reducir el deseo de actuar impulsivamente.
- Establecimiento de metas: Fijar objetivos y metas a corto, mediano y largo plazo es conveniente para alcanzar un comportamiento más controlado. Esto también puede fomentarse con incentivos de reforzamiento positivo. Es decir, premiarse con algo agradable (pero no de tipo impulsivo) tras haber conseguido controlar un impulso.
- Apoyo profesional: Las terapias psicológicas son efectivas para trabajar el control de impulsos, ayudando a identificar las raíces y cambiar los patrones de posibles pensamientos intrusivos.
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Conclusiones
El control de impulsos es la capacidad de gestionar los deseos inmediatos y las reacciones emocionales, sin ceder de manera precipitada ni destructiva.
Involucra varios procesos, que incluyen autocontrol, regulación emocional, toma de decisiones y tolerancia a la frustración, desde áreas cerebrales como el sistema límbico y la corteza prefrontal.
Existen estrategias efectivas para el control de impulsos, iniciando con la identificación, respiración y atención plena. Estas estrategias favorecen el mejor manejo, sin embargo, no sustituyen un proceso psicológico que puede ser útil con la identificación de sucesos raíz. La suma de estas medidas para lograr un mejor control de impulsos, contribuyen a una vida más equilibrada y satisfactoria.
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FAQs
- ¿El control de impulsos se relaciona con la adicción? Sí, la falta de control de impulsos puede contribuir al desarrollo de adicciones, como las adicciones a sustancias, al juego o a la tecnología.
- ¿El autocontrol se puede desarrollar con la edad? Sí, generalmente a medida que las personas crecen, obtienen un mayor desarrollo en la corteza prefrontal, lo que permite desarrollar una mayor capacidad para manejar sus impulsos.
- ¿El estrés afecta el control de impulsos? Sí. En momentos de alta presión, nuestro cerebro tiende a tomar decisiones rápidas y emocionales, lo que a veces puede llevar a comportamientos impulsivos.
Referencias
Borda Riveros, Nelly, Eyzaguirre Rojas, Leonardo Arturo, & Ponce Valdivia, Freddy Andrés. (2021). AUTOCONTROL, PREOCUPACION, DESESPERANZA Y NIVEL SOCIOECONOMICO EN UN CONTEXTO DE PANDEMIA POR COVID19. Ajayu Órgano de Difusión Científica del Departamento de Psicología UCBSP, 19(1), 59-89. Recuperado en 09 de abril de 2025, de http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2077-21612021000100003&lng=es&tlng=es.
Gallego, C. (2015). Técnicas eficaces para el manejo de la impulsividad. Universidad de Cádiz. Universidad de Cádiz https://rodin.uca.es/bitstream/handle/10498/24769/T%C3%A9cnicas%20eficaces%20para%20el%20manejo%20de%20la%20impulsividad.pdf?sequence=1