Cómo dejar de sobrepensar: Recupera la calma en tu mente

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Según estudios recientes, un porcentaje significativo de la población experimenta rumiación mental de forma habitual, afectando su calidad de vida (Nolen-Hoeksema, Wisco, & Lyubomirsky, 2008). De hecho, se estima que alrededor del 73% de los adultos admiten sobrepensar situaciones cotidianas, lo que puede generar un impacto negativo en su bienestar emocional y físico (Borkovec, Alcaine, Behar, & Trevino, 2002). En este espacio, exploraremos a fondo el hábito de sobrepensar, sus implicaciones y, lo más importante, te brindaremos herramientas prácticas sobre cómo dejar de sobrepensar y recuperar la serenidad mental.

En Mente Sana, entendemos lo desafiante que puede ser sentir que tu mente es un torbellino constante de pensamientos. Queremos recordarte que tu bienestar es nuestra prioridad y te ofrecemos una primera sesión gratuita para que explores cómo nuestros profesionales pueden acompañarte en este camino hacia una mente más tranquila.

No estás solo en esto, y estamos aquí para ayudarte a dar el primer paso.

Cómo Dejar De Sobrepensar
Cómo Dejar De Sobrepensar

¿Qué significa sobrepensar?

El acto de sobrepensar se define como un proceso cognitivo caracterizado por la repetición excesiva y persistente de pensamientos sobre un tema en particular. Esta rumiación mental a menudo se centra en preocupaciones, problemas pasados o futuros, sin llegar a una resolución clara (Papageorgiou & Wells, 2003). Sobrepensar implica analizar en exceso situaciones, escenarios hipotéticos y posibles resultados, lo que puede llevar a un estado de agotamiento mental y emocional.

Sobrepensar las cosas: Un trastorno que impacta tu vida

Si bien analizar situaciones es una parte normal del funcionamiento cognitivo, cuando el acto de sobrepensar se vuelve crónico e incontrolable, puede derivar en problemáticas significativas para la salud mental. Sobrepensar las cosas es un trastorno que puede interferir con la toma de decisiones, la concentración y la capacidad de disfrutar del presente (Segerstrom, Stanton, Alden, & Crutchfield, 2003). Esta constante actividad mental puede generar un círculo vicioso de preocupación y angustia, afectando las relaciones interpersonales y el desempeño laboral o académico.

Problemáticas derivadas de sobrepensar

Las consecuencias de sobrepensar de manera habitual son diversas y pueden afectar diferentes áreas de la vida. Una de las problemáticas más comunes es la dificultad para conciliar el sueño, ya que la mente se mantiene activa repasando pensamientos y preocupaciones (Harvey, Watkins, Mansell, & Shafran, 2004). Además, sobrepensar puede llevar a la evitación de situaciones que se perciben como potencialmente problemáticas, limitando las experiencias y oportunidades. La constante rumiación también puede afectar la autoestima y generar sentimientos de inseguridad y duda constante sobre las propias capacidades.

Sobrepensar las cosas y la ansiedad: Un vínculo peligroso

La relación entre sobrepensar las cosas ansiedad es estrecha y bidireccional. La ansiedad a menudo se manifiesta a través de pensamientos intrusivos y preocupaciones excesivas sobre el futuro, lo que alimenta el hábito de sobrepensar (Barlow, 2002). A su vez, el acto constante de sobrepensar situaciones y anticipar escenarios negativos puede exacerbar los síntomas de ansiedad, creando un círculo vicioso perjudicial para la salud mental. Sobrepensar las cosas ansiedad puede generar una sensación constante de alerta y tensión, dificultando la relajación y el disfrute del momento presente.

Si quieres saber más sobre la ansiedad te invito a leer el siguiente artículo Ansiedad generalizada: Síntomas y somatización.

Posibles causas del hábito de sobrepensar

Las causas que subyacen al hábito de sobrepensar son multifactoriales y pueden variar de una persona a otra. Factores genéticos y temperamentales pueden predisponer a ciertas personas a una mayor tendencia a la preocupación y la rumiación (Clark & Beck, 2010). Experiencias vitales traumáticas o estresantes pueden desencadenar patrones de pensamiento ansioso y la necesidad de analizar en exceso las situaciones como una forma de intentar anticipar o controlar futuros eventos. Además, ciertos estilos de afrontamiento desadaptativos, como la evitación o la búsqueda constante de seguridad, pueden contribuir al mantenimiento del hábito de sobrepensar.

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Herramientas prácticas sobre cómo dejar de sobrepensar

Afortunadamente, existen diversas estrategias y herramientas efectivas sobre cómo dejar de sobrepensar y recuperar la tranquilidad mental. A continuación, te presentamos una breve lista de algunas de ellas:

  1. Mindfulness y atención Plena: Practicar la atención plena ayuda a enfocar la mente en el momento presente, sin juzgar los pensamientos que surgen. Técnicas de respiración y meditación pueden ser de gran utilidad (Kabat-Zinn, 1990). Aprender a observar los pensamientos sin engancharse en ellos es un paso crucial para dejar de sobrepensar.
  2. Técnicas de reestructuración cognitiva: Esta herramienta se centra en identificar y desafiar los pensamientos negativos y automáticos que alimentan el hábito de sobrepensar. Aprender a cuestionar la validez de estos pensamientos y reemplazarlos por otros más realistas y adaptativos es fundamental (Beck, 1976).
  3. Establecer límites de tiempo para pensar: Designar momentos específicos del día para abordar preocupaciones puede ayudar a contener el hábito de sobrepensar durante el resto del tiempo. Una vez que el tiempo asignado termina, se pospone la reflexión hasta el día siguiente. Esta técnica ayuda a tomar control sobre cuándo y cuánto tiempo dedicamos a sobrepensar.
  4. Distracción consciente: Cuando te encuentres atrapado en un ciclo de sobrepensar, intenta redirigir tu atención hacia una actividad que disfrutes y que requiera tu concentración, como leer, escuchar música, hacer ejercicio o hablar con un amigo. Esta estrategia interrumpe el patrón de pensamiento rumiante.
  5. Aceptación y Compromiso (ACT): Esta terapia se enfoca en aceptar los pensamientos y sentimientos difíciles en lugar de luchar contra ellos, y en comprometerse con acciones que estén alineadas con los valores personales (Hayes, Strosahl, & Wilson, 1999). Aprender a coexistir con la incertidumbre reduce la necesidad de sobrepensar para buscar respuestas definitivas.  
  6. Visualización: Practicar la visualización de escenas tranquilas y positivas puede ayudar a calmar la mente y reducir la ansiedad asociada al hábito de sobrepensar. Imaginar un lugar seguro y relajante puede ser un poderoso antídoto contra la rumiación mental.
  7. Ejercicio físico regular: La actividad física libera endorfinas, que tienen un efecto positivo en el estado de ánimo y pueden ayudar a reducir los niveles de ansiedad y la tendencia a sobrepensar. Incorporar ejercicio regular en la rutina diaria es una estrategia efectiva sobre cómo dejar de sobrepensar.
  8. Buscar apoyo profesional: Si sientes que el hábito de sobrepensar está afectando significativamente tu vida, buscar la ayuda de un profesional de la salud mental puede ser un paso importante. Un terapeuta puede proporcionarte herramientas y estrategias personalizadas sobre cómo dejar de sobrepensar y abordar las causas subyacentes. Puedes buscar de un profesional en el tema aquí.

Recuerda que dejar de sobrepensar es un proceso que requiere tiempo y práctica. Sé paciente contigo mismo y celebra cada pequeño avance en el camino hacia una mente más serena y presente. En Mente Sana, estamos aquí para acompañarte en este viaje.

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FAQs

  1. ¿Es posible eliminar por completo la tendencia a sobrepensar?
    • Si bien eliminar por completo todos los pensamientos puede no ser realista ni deseable, el objetivo es aprender a gestionar y reducir significativamente la frecuencia e intensidad del hábito de sobrepensar para que no interfiera con tu bienestar.
  2. ¿Cuánto tiempo se necesita para empezar a notar cambios al intentar dejar de sobrepensar?
    • El tiempo para notar cambios varía de persona a persona y depende de la consistencia en la aplicación de las estrategias. Algunas personas pueden experimentar alivio en semanas, mientras que otras pueden necesitar más tiempo. La clave es la perseverancia y la paciencia.
  3. ¿Qué puedo hacer si me despierto en la noche con pensamientos intrusivos?
    • Intenta levantarte y realizar una actividad relajante de bajo estímulo, como leer un libro o escuchar música suave, durante unos 15-20 minutos antes de volver a la cama. Evita usar dispositivos electrónicos, ya que la luz azul puede interferir con el sueño. Practicar técnicas de relajación antes de dormir también puede ser útil.
  4. ¿Es lo mismo preocuparse que sobrepensar?
    • Si bien ambos implican actividad mental sobre un tema, la preocupación a menudo se centra en problemas específicos y puede llevar a la búsqueda de soluciones. Sobrepensar, por otro lado, tiende a ser más repetitivo, abstracto y no necesariamente orientado a la acción o la resolución.
  5. ¿Qué sucede si las técnicas para dejar de sobrepensar no funcionan por sí solas?
    • Si las estrategias de autoayuda no son suficientes, es recomendable buscar apoyo profesional. Un terapeuta puede ayudarte a identificar las causas subyacentes de tu hábito de sobrepensar y desarrollar un plan de tratamiento personalizado que se ajuste a tus necesidades específicas.

Referencias

Barlow, D. H. (2002). Anxiety and its disorders: The nature and treatment of anxiety and panic (2nd ed.). Guilford Press.

Beck, A. T. (1976). Cognitive therapy and the emotional disorders. International Universities Press.

Borkovec, T. D., Alcaine, O., Behar, E., & Trevino, C. (2002). What is worry? Behaviour Research and Therapy, 40(6), 627-642.

Clark, D. A., & Beck, A. T. (2010). Cognitive therapy of anxiety disorders: Science and practice. Guilford Press.

Harvey, A. G., Watkins, E. R., Mansell, W., & Shafran, R. (2004). Cognitive behavioural processes across psychological disorders: A transdiagnostic approach to research and treatment. Oxford University Press.  

Hayes, S. C., Strosahl, K. D., & Wilson, K. G. (1999). Acceptance and commitment therapy: An experiential approach to behavior change. Guilford Press.  

Kabat-Zinn, J. (1990). Full catastrophe living: Using the wisdom of your body and mind to face stress, pain, and illness. Delta.  

Nolen-Hoeksema, S., Wisco, B. E., & Lyubomirsky, S. (2008). Rethinking rumination. Perspectives on Psychological Science, 3(5), 400-424.

Papageorgiou, C., & Wells, A. (2003). An information-processing model of worry. Cognitive and Behavioral Practice, 10(1), 1-9.  

Segerstrom, S. C., Stanton, A. L., Alden, L. S., & Crutchfield, J. P. (2003). Optimism and pessimism: Implications for psychological and physical well-being. Psychological Bulletin, 129(1), 23-46.

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Paula Sosa
Psicóloga con experiencia en entornos clínicos y organizacionales, mi enfoque principal es la terapia cognitivo-conductual. Entiendo profundamente tanto la terapia cognitiva como la conductual, pero encuentro que la integración de ambas ofrece los mejores resultados para mis consultantes.
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