La autolesión en adolescentes ha tenido un incremento en los últimos años, se ha vuelto preocupante y en redes sociales incluso se ha vuelto un reto. Para muchos adolescentes es “divertido” cumplir esos retos, pero para otros tiene consecuencias irreparables.
Las conductas autolesivas se pueden evitar, con educación emocional, comprensión emocional y una red de apoyo, solidez y que no se juzgue. Es importante reconocer que, si es un problema que afecta el bienestar emocional y es totalmente real, pero ¿Qué es la autolesión en adolescentes? ¿Cómo reconozco las señales? ¿Existen estrategias de prevención?
Quédate un momento y aprende sobre las autolesiones.

¿Qué son las autolesiones?
La autolesión no suicida, en ocasiones llamada solo autolesión, es un acto de lastimarse el propio cuerpo de manera intencionada. Por lo general, no es un intento de suicidio; este tipo de autolesión es una forma dañina de afrontar el dolor emocional.
La autolesión puede generar una breve sensación de calma y alivio, sustituido por un dolor físico, ya que el emocional no consigue gestionarlo. Luego de esta conducta aparece un sentimiento de culpa y vergüenza.
Se trata en muchas ocasiones como un mecanismo de afrontamiento ineficaz. La autolesión en adolescentes no se trata de un intento de llamar la atención, ni un capricho o un simple “corte”.
La forma más común de autolesión son los cortes en la piel; sin embargo, este comportamiento incluye una amplia variedad de conductas o lesiones, tales como quemaduras, rasguños, golpes o mordeduras.
La autolesión en adolescentes tiene una amplia variedad de mitos en torno a él, así como es un tema tabú. En ocasiones quienes conocen a algún adolescente que hace este tipo de conductas suelen llamarlo como “el suceso”, ya que no quieren ni nombrarlo para no incitar a los adolescentes.
Desmontemos esos mitos
- Es un intento de suicidio: la realidad es que, aunque aumenta el riesgo de suicidio a largo plazo, el objetivo es sentir algo, liberar tensión o castigarse.
- Es solo para llamar la atención: la realidad es que, la mayoría de las veces, lo hacen en secreto, incluso pueden pasar meses hasta que los padres o cuidadores se den cuenta, esto debido a la vergüenza, culpa o estigma.
- Es manipulación: la realidad es que, es una señal de angustia extrema.
- Solo ocurre en ciertos tipos de adolescente: la realidad es que puede afectar a cualquier adolescente.
Este es un comportamiento más común en adolescentes y adultos jóvenes.
Si sientes que tu hijo adolescente o conoces a algún adolescente que tiene conductas autolesivas y no sabes cómo ayudarle, puedes acudir a terapia psicológica. La terapia te brindará estrategias y entrenamiento en habilidades emocionales para poder gestionar la conducta. Contáctanos y agenda hoy mismo.
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Causas de la autolesión en adolescentes
No existe una causa única que lleve a la autolesión adolescente, en ocasiones pueden deberse a factores externos como internos.
Es importante también saber las causas para formas métodos de prevención adecuados para evitar esta conducta.
Las posibles causas son:
- Escasa capacidad para afrontar situaciones difíciles: cuando no están relacionadas con la conducta suicida, la autolesión es el resultado de no poder afrontar el estrés, tristeza, rabia o desregulación emocional de manera adecuada. En ocasiones, la autolesión en adolescentes también aparece porque no tienen habilidades para reconocer las emociones.
- Dificultad para gestionar las emociones: tener dificultad para gestionar, expresar o comprender las emociones puede llevar a la persona a lastimarse. Puede existir emociones de inutilidad, soledad, pánico, ira o autodesprecio. Estas emociones también son retroalimentadas en ocasiones del entorno.
Las autolesiones pueden cumplir una “función” para el adolescente, aunque haga daño y es ineficaz a largo plazo.
La autolesión en adolescentes puede ser un intento de lograr lo siguiente:
- Sentirse vivo/real: este comportamiento los “ayuda” a volver a conectar con la realidad cuando se presenta una despersonalización o disociación.
- Gestión de emociones: un intento de aliviar las emociones intensas que no pueden gestionar, como la ansiedad, la ira, la tristeza profunda o la frustración.
- Recuperar el control: cuando sienten que no tienen control en su vida o sus emociones.
- Distracción: para desviar la atención del dolor emocional a través del dolor físico.
- Castigo: como una forma de castigarse a sí mismo por error que ellos pueden percibir o sentimientos de culpa.
- Externalizar sentimientos.
- Comunicación no verbal sobre el estrés o la tristeza profunda.
Si eres adolescente y te sientes identificado con estos criterios, puedes pedir ayuda. No estarás solo en este proceso, la terapia psicológica te brindará el espacio de expresión y apoyo. Puedes comunicarles a tus padres sobre la situación y la ayuda que quieres. Contáctanos y agenda hoy una sesión.
Es importante entender que también existen factores de riesgo. Si bien los adolescentes y adultos tienen más probabilidad de autolesionarse, existen personas de otras edades que también lo hacen. En muchos casos, la autolesión inicia en la preadolescencia o los primeros años de la adolescencia, cuando ocurren los cambios emocionales y físicos.
Aquí están algunos de los factores de riesgo en autolesión en adolescentes:
- Tener amigos que se autolesionen: cuando existen amigos que se autolesionan, es probable que lo comuniquen y expresen el alivio que sienten al hacerlo.
- Problemas en la vida: experiencias de descuido, abuso emocional, físico o sexual, eventos traumáticos pueden incrementar el riesgo de autolesiones. De igual forma, crecer en un entorno familiar disfuncional.
- Antecedentes en salud mental: trastorno límite de personalidad, depresión, ansiedad, trastorno por estrés postraumático o trastorno de conducta alimentaria.
- Consumo de sustancias: el consumo excesivo puede aumentar el riesgo de conductas autolesivas.
- Bullying.
- Baja autoestima o perfeccionismo extremo.
La autolesión en adolescentes se puede evitar, así como también se pueden reconocer las señales. Es importante tener en cuenta que, como se ha mencionado anteriormente, no es una conducta que hagan para llamar la atención y no son simples cortes; es un problema grave y real.

Señales de advertencia
Es importante saber reconocer las señales de advertencia para poder brindar el apoyo y la ayuda necesaria, sin juzgarse y siendo una red segura en la que se puedan expresar.
Las señales de advertencia en la autolesión en adolescentes son las siguientes.
Cambios físicos
- Heridas inexplicables, como cortes, quemaduras, rasguños en brazos, piernas, abdomen, entre otros.
- Uso constante de ropa manga larga o pantalones, incluido en climas cálidos, a veces puede ser más notable cuando anteriormente no usaba este tipo de vestimenta.
- Cicatrices inexplicables que intenta justificar como caídas o rasguños.
Cambios emocionales y de comportamiento
- Aislamiento social.
- Cambios drásticos de humor.
- Irritabilidad, enojo, frustración o arrebatos de ira sin razón aparente. Así como la tristeza persistente.
- Perdida de interés en actividad que antes disfrutaba y no se perdía.
- Baja autoestima, diálogo negativo sobre sí mismo.
- Dificultad para gestionar el estrés.
- Hablar de desesperanza, inutilidad o expresar de manera repetitiva sentirse atrapado.
- Apatía constante.
- Guardar objetos afilados.
Si sientes que el adolescente que conoces está teniendo estos comportamientos o sospechas de ello, puedes pedir ayuda psicológica. El psicólogo te brindará estrategias y al adolescente para esta conducta. Contáctanos y agenda ya mismo una sesión.
Estrategias para afrontar y apoyar
Así como reconocer los síntomas es fundamental, es de vital importancia tener estrategias de afrontamiento saludables para la autolesión en adolescentes.
Pero, ¿si soy padre y estoy presenciando autolesión en adolescentes, qué puedo hacer? Aquí algunas estrategias pequeñas (pero vitales) que puedes aplicar:
- Acercarse con calma y sin juicios: evita la condena o la minimización.
- Expresar preocupación: no acuses, no juzgues.
- Escucha activa.
- Validar sus emociones.
- Priorizar la seguridad.
- Fomentar la búsqueda de apoyo profesional.
Las estrategias en autolesión en adolescentes que puedes aplicar también son las siguientes:
- Reconocer el impulso.
- Actividades saludables: deporte, bailar, leer o pintar.
- Sustitución segura: sostener hielo, una banda elástica que puedas suavemente estirar sin ocasionar daño. Dibujar en la piel con marcador rojo.
- Expresión emocional: escribir en un diario o hablar con tu red de apoyo.
- Técnicas de relajación: respiración diafragmática o mindfulness.
Es importante reconocer que, el apoyo profesional es necesario en la autolesión en adolescentes, ya que este ofrecerá un tratamiento y estrategias adecuadas tanto para los cuidadores como para el adolescente.
La recuperación es un camino, que no es lineal y tampoco es un evento.

Conclusiones
En la autolesión en adolescente existe un sinfín de mitos a su alrededor. Es un problema o situación que puede escalar a un problema social, puede generar desregulación emocional, aislamiento social o bajo desempeño académico.
Ser una red de apoyo, un espacio de expresión sin juzgar, no llevará al adolescente a herirse, por el contrario, sabrá que tiene un espacio donde comunicarse, que lo validen, comprendan y lo ayuden con la situación. Se entiende que siendo adulto pueden ver los problemas de los adolescentes como algo minino, pero que tú no hayas pasado por lo mismo que ellos o ya lo hayas olvidado no implica que el adolescente deba hacerlo.
Sé amable cuando te expreses, evita juzgar cuando se expresen.
Referencias
UNICEF (2015). Las autolesiones: por qué niños, niñas y adolescentes pueden lastimarse Unicef.org.