
El autismo en adultos se ha convertido en una de las preocupaciones mundiales para muchas personas que consideran compartir rasgos con éste trastorno; por años, ha sido una condición señalada solo en niños, y es por ello que muchos adultos a día de hoy presentan dificultades ante la sociedad, por la falta de un diagnóstico y por lo tanto, de herramientas, para abordarse a sí mismos. Actualmente es habitual encontrar diagnósticos tardíos, así que si sospechas de un diagnóstico, no te preocupes, aquí exploraremos el autismo en adultos y cómo identificarlo.
¿Qué es el autismo en adultos?
El autismo es autismo. No es necesario hacer una separación entre niños y adultos cuando se habla de su definición, ya que a grandes rasgos sus comportamientos, criterios y demás son compartidos y no se diferencian entre un grupo etario del otro, sin embargo la primera consideración sobre el autismo es que, su nombre real es Trastorno del Espectro Autista (TEA).
El término espectro en su nombre nos refiere a que existe una amplia gama de formas de ver, identificar y vivir sus síntomas. Por ejemplo, se tiene como cierto conocimiento habitual que una persona autista suele no mirar a los ojos al hablar, sin embargo te sorprendería saber que éste síntoma es uno de los que más suele variar, por lo que un solo síntoma puede ser presentado de tantas maneras distintas que puede generar confusiones.

¿Qué es el autismo?
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo, por lo que se presenta desde la infancia temprana y afecta el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso, afectando también la adquisición, retención o aplicación de habilidades especificas, según la definición del Manual MSD. El TEA afecta la comunicación, comportamiento y diversas habilidades de las personas, y se presenta en distintos niveles, lo cual sigue haciendo acopio de nuestro uso del término espectro, ya que las personas pueden experimentar distintos niveles de ‘gravedad’, unos necesitando más apoyo que otros para su vida diaria.
Lo más importante a entender es que el autismo no es una enfermedad. Es una condición, y su diagnóstico no es una sentencia de muerte, la OMS estima que 1 de cada 100 niños en el mundo es autista, y según la CDC (Centro para el control y prevención de enfermedades), en el 2017, estimó que el 2,21% de los adultos en Estados Unidos eran parte del grupo TEA.
La confederación de Autismo en España ha identificado en su último estudio del 2020-21, que un aproximado de 60.198 alumnos autistas hacen vida en España y sus salones de clase. Y ésto solo con aquellos con un diagnóstico, por lo que éstas estadísticas podrían ser más altas debido a que muchas personas no obtienen un diagnóstico temprano.
Características del autismo en adultos

El autismo en adultos muestra una serie de características, que en la etapa adulta pueden ser enmascaradas gracias a la capacidad de muchas personas de conseguir por su cuenta formas de lidiar con ello, herramientas y ejercicios que faciliten su vida, o que a día de hoy puedan pensar como “normal” dentro de su forma de actuar.
Dificultades en la comunicación social
Dificultades para las señales sociales o las expresiones faciales, patrones de conducta o de intereses, los adultos con autismo muestran dificultades en la interacción social, mostrarse como una actividad totalmente desafiante para iniciar, mantenerse o incluso finalizarla; confusión ante señales sociales como sarcasmo, significados literales, entre otros. Actitudes como
Dificultad en su desenvolvimiento social
Hay que admitirlo: el mundo está hecho para personas neurotípicas, y todo aquel que salga de aquel baremo y sea neurodivergente (como el autismo) tendrá la obligación de adaptarse, no porque así deba ser, sino porque la sociedad está construida, lastimosamente, para funcionar así. Por lo que no es extraño encontrarse que un adulto autista tenga dificultades para sus relaciones personales, o para adaptarse a los entornos laborales, sociales y escolares. Las demandas sociales son diversas, y para mala suerte de gran parte de la población son demasiado abrumadoras para todo aquel que no sea neurótico.
Rigidez
El autismo en adultos es característico por sus rutinas marcadas, repetitivas, y estrictas. Y aunque se puede llegar a creer que la palabra rutina refiere a un proceso de productividad, rutina no es más que aquellas actividades que se repiten de forma persistente. La rigidez es un aspecto habitual, tanto en la forma de pensar como en sus actividades, por lo que romper sus rutinas puede representar una desestabilización para algunos.
Intereses específicos
El desarrollo de intereses específicos en el autismo en adultos es un comportamiento que de buenas a primera puede llegar a pasar desapercibido, confundiéndose con un interés pasajero. No sería extraño encontrar en adultos una fijación que pueda considerarse “demasiado intensa”, volcadas en temas en específico que convierten en su foco, dedicándole tiempo de sobra a ésto. una sensación de seguridad.
Sensibilidad sensorial y propensos a la sobreestimulación
Ciertos estímulos como sonidos fuertes, texturas que consideren “extrañas”, o inclusive sabores y luces pueden llegar a causar especial incomodidad en ciertos adultos autistas, inclusive pueden llegar hasta una sobrecarga sensorial debido a la sensibilidad que presentan ante estos estímulos.
Del mismo modo, también son propensos a darse cuenta de sutilezas sensoriales que quizás nadie más notaría. Mucha gente dentro del espectro autista comenta que son capaces de darse cuenta cuando alguna marca famosa de dulces, comida o bebida cambia su fórmula, incluso antes de que sea anunciada, debido a la propia rigidez y sensibilidad ante los estímulos de muchos.

Enmascaramiento en el autismo: una forma de encajar
En inglés denominado masking, es una característica del adulto autista, que no es más que una forma de camuflar los síntomas y/o las distintas formas de ser, para así parecer que encajan más en una sociedad neurotipica.
Muchos admiten que lo hacen de forma activa para encajar, estudiando los patrones de comportamiento de los demás para reconocer la mejor forma de interactuar con la sociedad; otros, expresan que no es más que algo que hacen sin pensarlo o buscarlo, casi inconsciente, como respuesta al acoso que reciben, y lo describen más como una forma de cohibirse y cerrarse en ellos mismos, puede llegar a ser agotador el enmascaramiento constante, ya que requiere de mucha energía mental para saber reconocer aquello que se busca enmascarar y el cómo.
Sin embargo, el enmascaramiento ayuda a muchos adultos autistas a poder adaptarse a las exigencias sociales del trabajo o de su entorno.
El stimming del autismo en adultos: una forma de regularse

El stimming es un comportamiento autorregulador común en el espectro autista. También es llamado estereotipia, y son aquellos comportamientos repetitivos y motores, como aleteo, balanceo, movimientos de dedos o de extremidades. Son una forma de regulación ante la sobrecarga sensorial que muchos del espectro autista utilizan y aunque algunas personas consideran que son conductas a cambiar y comportamientos problemas, el stimming es necesario, ayudan a la liberación de estrés, el estrés y la sobreestimulación.
Algunos tipos de estereotipias o stimming son:
- Auditivo, como escuchar sonidos en frecuencias específicas, sonidos repetitivos, música favorita, bucles de canciones o hasta vocalizar sonidos que les resulten relajantes y estimulantes.
- Oral, como masticar, tanto objetos como sus propios labios o chuparse los dedos.
- Motora, como los ya mencionados movimientos repetitivos de agitación de extremidades, balanceo, aplausos, gestos específicos, tocarse las manos.
- Sensorial, como ir por texturas relajantes o específicas, objetos antiestrés para apretar o retorcer, sabores u olores.
Diagnóstico del autismo en adultos
Ya sea porque quieras ponerle nombre a lo que como adulto te ocurre, o porque necesitas salir de dudas por lo identificado que te sientes con sus características, el diagnóstico puede buscarse en diversos medios, pero la mejor opción para un diagnóstico certero y con peso, será siempre con un trabajo multidisciplinario entre: psicólogos, psiquiatras y neurólogos.
El diagnóstico del autismo se basa en un eje muy importante: asistencia psicológica, para la observación y aplicación de pruebas diagnósticas como el A-DOS para adultos; psiquiatría y medicina general, para la evaluación psiquiátrica y descarte de posibles comorbilidad u otros diagnósticos que puedan confundirse debido a sintomatología, por ejemplo la intoxicación por metales pesados suele confundirse con ciertas características del autismo.
Y por último, neurológico, para la aplicación de pruebas neurológicas que sustenten y ayuden al correcto diagnóstico.
Tratamiento para el autismo en adultos
Lo primero es un diagnóstico, o la sospecha de uno. Lo siguiente será entender que, al no ser una enfermedad, no tiene cura. Tiene tratamiento y apoyo, dependiendo de las necesidades de cada persona en cuestión.
- Terapia psicológica
La más recomendada es la terapia cognitivo conductual, debido a que abarca tanto lo emocional como lo conductual, la forja de hábitos y el manejo emocional, junto a la gestión de muchas situaciones personales que pueden derivar en la existencia de otros trastornos como ansiedad, depresión, etc.
La asistencia a terapia es fundamental para así entrenar habilidades, otorgar seguimiento y herramientas para afrontar la vida adulta sin mayores problemas. En una sociedad amoldada a los neurotípicos, adaptarse puede ser estresante, por lo que el apoyo psicológico es de vital importancia como acompañamiento inicial. Dentro, se busca:
- Gestionar las emociones
- Entrenar las habilidades sociales
- Manejo de la rigidez y las rutinas
- Herramientas para la regulación emocional y la sobreestimulación
- Manejo de la frustración
- Trabajo multidisciplinario, con otros profesionales, de necesitarlo
El autismo en adultos, al igual que en niños, puede tener diversos factores a tener en cuenta en los cuales se necesitará del apoyo de especialistas específicos para su mejor tratamiento y ayuda, como pueden ser:
- Nutricionista, ya que se ha demostrado que el consumo de ciertos alimentos pueden sobreestimular o proliferar comportamientos, como la cafeína, colorantes o azúcares.
- Psiquiatría, en caso de necesitar medicación o control farmacológico.
- Terapia ocupacional, para ayudar a mejorar la calidad de vida con la implementación de actividades cotidianas, independencia y hábitos.
- Logopedas, fisioterapeutas, y demás profesionales para necesidades específicas, según la solicitud del usuario.

El diagnóstico tardío del autismo en adulto es la principal piedra obstaculizante de los adultos dentro del espectro autista, y aunque su diagnóstico en adultos pueda llegar a ser complicado por la cantidad de año y tiempo que se tuvo para desarrollar sus propias estrategias, no existe una forma de perderse en éste diagnóstico debido a sus tan marcadas características y factores a destacar. Pese a que siempre se ha creído que solo afecta a los más jóvenes, olvidamos que como adultos no estamos exentos de ello, y al ser un trastorno del neurodesarrollo, su presencia en la niñez es crucial.
Actualmente, el diagnóstico tardío es lo más común en adultos. Pero conforme el tiempo avanza, recibe más reconocimiento y por lo tanto, mayor acceso a la información que permite a cualquiera conocer la posibilidad de ponerle un nombre a esas dificultades que le han acompañado durante gran parte de la vida.
Si sospechas de que podrías ser parte del espectro autista siendo un adulto, o si quieres trabajar en tus habilidades ya teniendo un diagnóstico, en Mente Sana te acompañamos a ello, no dudes en agendar tu cita completamente gratuita.
Preguntas frecuentes
¿Cómo puedo agendar una consulta para el diagnostico del autismo en adultos? ¿Es posible?
Puedes agendar tu consulta en Mente Sana Psicología a través de nuestra página web o contactarnos por WhatsApp.. Nuestros especialistas están listos para ayudarte a encontrar tu diagnostico.
¿Puedo agendar una consulta para curar el autismo?
El autismo no se cura, ya que no se trata de una enfermedad, pero puede ser tratado para generar habilidades que faciliten el día a día de las personas.
¿Qué costo tiene una sesión con un terapeuta en Mente Sana?
La primera sesión es totalmente gratis, con una duración de una hora ¡Y desde la comodidad de tu hogar! En cualquier parte del mundo. Solo necesitas comunicarte con nuestro equipo.
Referencias bibliográficas
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