Adicción al sexo: ¿Deseo o trastorno?

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Adicción al sexo
Adicción al sexo

La adicción al sexo puede verse como una situación llamativa y tentadora para muchas personas de libido alto y con un alto deseo sexual, sin embargo, aquí es dónde la verdadera línea se desdibuja. La sexualidad es uno de los principales pilares para las relaciones en una gran parte de la población, y entender que un alto libido no es lo mismo a estar sufriendo una adicción al sexo, hasta el punto de ser una patología. Por ello, y por su importancia en las relaciones sociales, es necesario reconocer su origen.

¿Qué es la adicción al sexo?

El acto sexual es, catalogada por muchos, una necesidad del cuerpo humano. Y también es algo completamente natural el apetito que un individuo puede tener de suplir este deseo, no es más que una actividad sexual que involucra a personas con el fin del placer o la reproducción, o ambas, y cuando se habla de adicción al sexo, se describe como una necesidad compulsiva del acto sexual, parecida a la adicción al alcohol o de sustancias psicotrópicas.

Así que, para entenderlo mejor, es necesario desglosar una palabra como lo es “compulsión”

Quizás te suene de otros temas, como el trastorno obsesivo compulsivo. Pero una compulsión es un comportamiento repetitivo basado en una idea mental que se siente la necesidad inmensa de realizarla, y que no existirá calma hasta no hacerlo, aunque no tenga un sentido lógico real, cómo puede ser la necesidad de una persona de girar la llave del agua un numero par de veces para saber que todo estará bien.

La adicción al sexo, entonces, representa esa compulsión de tener relaciones sexuales de forma compulsiva, con una pérdida considerable del control sobre sus deseos sexuales, pensamientos y necesidades. Hay que entender que, si bien es normal tener deseo, una libido alto o inclusive una necesidad más alta de lo habitual, la adicción al sexo es descrita como abrumadora, con problemas significativos en la vida de la persona que lo sufre.

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¿Es la adicción al sexo y la ninfomanía lo mismo?

La ninfomanía es un término que empezó a usarse para patológica el deseo sexual femenino, no como un término médico y técnico valido, ya que nace del griego nymphe, que significa doncella, y mania. Fue una forma de castigar a la mujer que no encajaba con las normas sociales en aquel entonces; actualmente, y en la voz popular, se usa de forma coloquial para referir a aquellos adictos al acto sexual, así que en términos sencillos sí, podría decir que son lo mismo, sin embargo, no está reconocido por el DSM-5, el manual de diagnóstico de trastornos psiquiátricos. La ninfomanía está desacreditada por la falta de rigor científico y por su sexismo.

Sin embargo, la adicción al sexo clínicamente hablando se cataloga como trastorno hipersexual o del comportamiento sexual compulsivo.

La hipersexualidad describe un patrón de comportamientos y pensamientos sexuales basados en las fantasías, fetiches, conductas complicadas o imposibles de controlar con referencia a los deseos sexuales que se sienten con intensidad, así que pese a lo que se pueda creer en la popularidad de la sociedad: la adicción al sexo es en realidad un grave problema para el que la padece.

¿Cómo se sabe que la adicción al sexo es un problema? Síntomas de la adicción al sexo.

adicción al sexo

Su conducta y compulsión es incontrolable según las normas sociales. Este es el criterio más sencillo de reconocer y seguir, sus conductas sexuales son incontrolables en contextos dónde no son bien recibidas, ni aceptables, así como también:

  • Uso excesivo de pornografía. La clave está en el exceso, es decir un consumo de contenido pornográfico exagerado, con la necesidad de verlo a toda hora, todo momento.
  • Pensamientos intrusivos de carácter sexual, frecuentes y constantes.
  • Impulsividad a la hora de tener relaciones sexuales, debido al deseo y necesidad que le llevan a actuar sin cabeza, son personas que con habitualidad mantienen relaciones sin protección por la poca planeación.
  • Necesidad constante de estimulación sexual, que puede llevarlos a trasgredir al verse en la necesidad de estimularse, inclusive en contextos sociales inadecuados como lugares públicos. Con evidente dificultad para controlar éste comportamiento.
  • Sentimientos de vergüenza, culpa o ansiedad después del sexo.
  • Masturbación constante, frecuente y excesiva.

Todos éstos síntomas, además es necesario resaltar uno de los más relevantes: llevará a tener problemas en su vida cotidiana por esto, tanto en sus relaciones sociales, laborales y personales. Y es aquí cuando vemos la gravedad del problema.

Ante esto, el DSM-V, el diagnóstico para el trastorno de hipersexualidad refiere a mantener estas conductas por al menos seis meses de forma continua, recurrente e intensa, con presencia de fantasías, deseos, estados de ánimo exagerados, dificultad para el control de los mismos y conductas sexuales riesgosas, y solo para mayores de dieciocho años.

La hipersexualidad como respuesta al trauma: Razones de su aparición

No existe una causa real que pueda describirse para entender el porqué de su aparición, es una combinación de diversos factores, como biológicos, sociales y personales que pueden orillar a una persona al desarrollo del trastorno de hipersexualidad. Ya sea por desequilibrio de neurotransmisores involucrados en el placer o el control de impulsos, o alteraciones en áreas del cerebro, o como forma de regular emociones al no tener herramientas, la verdad es que las causas podrían ser tan diversas, pero más aún: personales para cada individuo.

Sin embargo, existe a veces un patrón de comportamiento que se ha notado, y se trata de la relación que la hipersexualidad llega a tener con el abuso sexual. Algunas personas que sufrieron de abuso sexual en edades tempranas pueden llegar a desarrollar comportamientos sexuales compulsivos más adelante en su vida.

Esto debido al trauma generado, como una “forma de recuperar el control perdido”, es una forma que algunos utilizan para procesar el trauma, aunque esto le cause más sufrimiento, por ello la presencia de sentimientos de culpa y tristeza.

También, debido a una distorsión sobre la idea del sexo como factor de validación, o como un mecanismo de evasión de emociones, que, aunque genere alivio momentáneo, a largo plazo no es una solución. Esto no es algo que ocurra siempre, pero es un factor importante a destacar.

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¿Cómo se trata la adicción al sexo?

Se requiere del apoyo de todas las áreas para su correcto tratamiento, es un trabajo en equipo entre diversos profesionales, dónde:

  1. Terapia psicológica. Ya que, al tratarse de un trastorno de conducta compulsiva, se busca identificar esos patrones de pensamiento para luego poder modificarlos, reducir la impulsividad y entregar herramientas que ayuden a la regulación emocional. Al mismo tiempo, trabajar en esos traumas del pasado, en busca de tratar también desde la raíz la adicción al sexo.
  2. Tratamiento psiquiátrico, o farmacológico: son una ayuda más para cuando se trata de controlar impulsos guiados por la necesidad de ciertas hormonas, por ello antidepresivos, estabilizadores del estado de ánimo, o incluso medicamentos capaces de reducir la libido son de gran apoyo.
  3. Grupos de apoyo: la adicción al sexo viene, muchas veces, acompañada de gran vergüenza y miedo por la percepción de la sociedad sobre aquel que la sufre, por ello contar con grupos de apoyo de personas con historias parecidas puede brindar una nueva perspectiva de la situación, un espacio seguro para saber que, aunque es un problema, hay una solución y que no se está solo en ello. Grupos parecidos a alcohólicos anónimos o terapias grupales formadas por psicólogos expertos en el área.

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Más allá de ser solo “mucho deseo sexual”, la adicción al sexo es un trastorno complicado de entender y que puede generar mucha controversia según se le mire con distintos lentes. Sin embargo, es una realidad que el deterioro para la vida de quien lo sufre es impactante para él mismo, por lo que el debido apoyo y ayuda puede ser beneficioso para encontrar la mejora a su conducta.

Si estás pasando por un momento difícil, en Mente Sana contamos con los mejores profesionales para brindarte la ayuda necesaria, agenda ya mismo tu cita con nosotros completamente gratuita y embárcate en el camino de la sanación.

Preguntas frecuentes

  • ¿Van a juzgarme por tener comportamientos sexuales inapropiados?

No, esto es un espacio seguro para ti, nuestros profesionales están para ayudarte con sus herramientas. En un ambiente profesional, se tratará la hipersexualidad con el debido respeto que te mereces, un respeto que debe ser reciproco.

  • ¿Qué pasa si tengo un comportamiento inapropiado en consulta debido a mi adicción al sexo?

El respeto debe ser mutuo, esto implica que dentro de consulta la conducta sexual debemos manejarla. Si existe una actitud que se sobrepase con el terapeuta, nos veremos en la necesidad de prescindir de la terapia. No se está aquí para alimentar la conducta ni cumplir una necesidad, sino para trabajar en su mejoría y modificación.

  • ¿Cómo agendo una cita para tratar la adicción al sexo?

Puedes agendar tu consulta en Mente Sana Psicología a través de nuestra página web o contactarnos por WhatsApp.

Referencias bibliográficas

Sex addiction, hypersexuality and compulsive sexual behavior. Cleveland Clinic.

Formental Hernández, Soura Sonia. (2023). Adicción al sexo, trastorno hipersexual o desorden del comportamiento sexual compulsivo. Revista Cubana de Medicina Militar52(2), . Epub 01 de junio de 2023.

Sánchez Zaldívar, Silvia, & Iruarrizaga Díez, Itziar. (2009). Nuevas Dimensiones, Nuevas adicciones: La Adicción al Sexo en Internet. Psychosocial Intervention18(3), 255-268. 

Enrique Echeburúa (2012) ¿Existe realmente la adicción al sexo? ADICCIONES, 2012 · VOL. 24 NÚM. 4 · PÁGS. 281-286

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Alexandra Simeone
Licenciada en psicología mención clínica, egresada de la Universidad Bicentenaria de Aragua, Venezuela, número de matriculación FPV. 14.407. Especializada en atención y asesorías psicológicas, psicoeducación, psicoterapia infanto-juvenil e infancias tempranas, primeros auxilios psicológicos y atención individual. Terapeuta cognitivo-conductual, con experiencia en gestión emocional, tratornos psicoafectivos, modificación de conducta, entre otros, adaptable a las necesidades del paciente.
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